Misma lagrima

Hace años que lucho
no hay nada que desee más
que conocer mi mejor versión
me desconozco, no lo logro

Los años pasan
Los días son más cortos
Mis metas las mismas
Y los sueños más lejos

Deseo explotar
Las ideas atormentan
mi mente cansada
¡Estoy encerrada!

No quiero crecer
Me rehúso a lo que llaman adultez
Sin embargo, quiero volar
Y quiero tener lo que soñé

No tengo más remedio 
Es momento de retroceder
Estoy en el umbral de la puerta
Tengo dieciséis

Mis ojos aprieto con fuerza
La lluvia se mezcla con mi sentir
Las maletas están listas
Tengo la certeza que jamás volveré.

Abro mis ojos lentamente
Y derramo esa misma lagrima 
No he salido de
la lagrima de los dieciséis


Elia Santos
Enero 2023

A las 8:30

Mis grandes depredadores (de cortinas y entes imaginarios) Tom y Dante
Voy sola por caminos abiertos
Camino sin rumbo hacia siempre
Camino por ideas mágicas
Desarrollo respuestas al doblar la esquina
Camino hasta el olvido, sin prisas
Pasa un coche y la cascada de pensamientos desaparece
Cruzo la calle, entro en pasos de esperanzas
El éxito está cerca, pero se ha interpuesto la chica de la bicicleta
El bucle de ilusión se distorsiona
El reloj me avisa que los segundos han pasado más de prisa
Es la desventaja de los caminos con destino “hasta siempre”
Observo mis pies, son grandes, pero caminan tan lento.
Me rio sola, he entrado al camino de pies grandes, pasos pequeños
Los adoquines del suelo no son adecuados para mis pies grandes
Es el problema de los caminos mágicos, las hormigas lo han de llevar mal
No me quejo, los pies grandes pueden ir sobre caminos infinitos.
He girado a la derecha y me he enterado que es el camino del viajero
El reloj no existe, el camino del viajero me ha llevado al camino de las aguas,
Y las aguas claras e interminables tienen caminos más aptos para mis pies grandes,
como ellas tienen corriente y arrastran todo a su paso, seguramente me hacen llegar más rápido...
Estaba equivocada el camino de las aguas son refrescantes, pero mis zapatos son de tela.
Ahora mis pies grandes están empapados, ¡que contrariedad!
A veces soy más tonta que los que hicieron el camino de sombras.
Una hoja cae sobre mi hombro derecho, me siento tan feliz
Ese árbol me eligió para desprender su hoja más preciosa,
Así que la guardo y la meto entre el libro que tengo en mi bolsa.
Este es sin duda el camino de la bolsa, desteñida y sucia
He recordado que tengo que tratarla como merece, después de todo
En algún momento fue hilos dispersos que ataron con agujas de oro
¡Pero que insensibilidad de mi parte! En el camino de la bolsa metí una hoja entre las páginas del libro.
Y el árbol debe de estar desilusionado, ¿Cómo puedo recordarle a la hoja más preciosa el destino de muchos de sus hermanos?
Saco el libro de la bolsa, son páginas hermosas, pero de seguro que el árbol no quería convertirse en lo que yo considero lo más hermoso
El árbol debe de estar decepcionado de elegirme, pero este es el camino de la hoja.
Así que sin dudarlo camino de regreso hacia el camino de la bolsa, saco la hoja y la dejo delicadamente sobre el verde césped.
Es mejor desintegrarse y ser abono de su mimo árbol
Una rama del árbol se ha metido en mi ojo, ¡que árbol tan resentido!
¡Algo vibra! Es el reloj, artefacto endemoniado que me amarga la existencia
Camino tan rápido como mis pies grandes lo permiten, paso el camino de la bolsa y de la hoja.
Voy tan rápido que los caminos ya no tienen nombre, pobres, me da pena por ellos.
Quizá al regreso pueda ver su relevancia.
1,2,3,4 entro, ahora soy otra vez la adulta, sin caminos ni pies grandes.
Todos me ven y me tratan con seriedad, si ellos supieran que en mi mundo yo soy 
“La de los pies grandes, de pasos cortos, con caminos hasta siempre”



Elia Santos

2022

A la media noche… A ustedes tres

Anoche en la soledad recordé

Los tiempos soleados, el cometa;

Que en el aire a lo lejos ondeaba

Para aquellos tiempos ya me consentían

Y me llamaban “La luz de mi vida”

Crecí consciente de ser “Lo mejor en sus vidas”

Y de grande me lo afirmaban cada día

Motivo fue para que yo me mostrara egocéntrica,

Como un bebé que comienza a vivir.

Me tocó aprender la realidad de la vida,

a veces con azotes, o con misericordia.

Así como las olas del mar

Que se levantan constantemente

Y como las nubes que se llenan con sus gotas.

Perfecta fue mi vida gracias a ti, mujer

Mujer de ojos castaños y manos gruesas

Que, en una mirada, el mundo se reflejaba

Los cuadernos me revisabas y yo sedienta

Devoraba tus lecciones.

Crecí segura y protegida gracias a ti, mujer

De cabello largo, que en las tardes más largas

Cepillé con devoción, y en los domingos

nos enseñábamos juntas a soñar y cuando

la oscuridad entraba por la ventana

nuestras memorias se encendían chispeantes.

Aprendí de Fe, a luchar y a ser valiente

Gracias a ti, mujer; cabellos de plata

Ojos de hierro, corazón galopante.

Ahora tengo el cálido aroma que reconforta cada día

Las tengo a las tres y lo tengo a él.

Hoy les puedo decir que la soledad

Ya no es mi asidua compañera, pero cuando llega

Pienso en ustedes tres.

Elia Santos

2020

Bailan las letras

Tengo un mar de libros abiertos en mi memoria

Que lloran ausentes a mis ojos embriagantes

Un océano de historias no descubiertas

Ante un reloj que deja cada hora en el olvido

Inquieta ante las ideas más deslumbrantes

Mis ojos sobreviven a la prolongada sequia

Y ávidos son los recuerdos; efímeros y brillantes

Tengo miles de versos para recordarlos.

Al caer la noche, brillan las estrellas

Brillan las letras que he aprendido

Y bailan sobre las paginas estrujadas

Que de tanto uso ya saben a miel.

Elia Santos

Nido

Lo amo, más allá de la vida

Más allá del vuelo de los dos pájaros

He volado junto a usted

Sin miedos ni sanciones

He volado con amor

He hecho el nido y me he quedado

La tibieza de sus hojas me protegen

La confianza y la paz me llenan

La armonías que hoy habito

No se extiende al nido que dejé

Está solo y no hay forma de volver.

Elia Santos (julio 2020)

Las calles de un pueblo

Las calles polvorientas de un pueblo meditan;
los años de travesía, los caminantes errantes,
La vida en cada pisada, que no llega a nada.
En la esquina solitaria, se esconde una pareja
Dejan un beso; entre polvo y maleza.
Junto a la iglesia, cada domingo,
Feligreses se llevan sus oraciones en cada paso.
Las calles de un pueblo gritan y luego se esconden;
entre sonrisas, llantos y malhechores.
Al final es lo mismo; todos se van,
Nadie regresa.
Las calles de un pueblo meditan…

Elia Santos
2020

Las huellas, de Silvina Ocampo

Silvina Ocampo
A orillas de las aguas recogidas
en la luz regular del suelo unidas
como si juntas siempre caminaran,
solas, parecería que se amaran,
en la sal de la espuma con estrellas,
sobre la arena bajo el sol las huellas
de nuestros pies desnudos
tan lejanos, y mudos.
Dejando una promesa dibujada
nuestra voz entretanto ensimismada
se divide en el aire y atraviesa
la azul crueldad de la naturaleza
mientras solos cruzamos
la playa y nos hablamos.

Su nombre era Silvina Inocencia Ocampo, y fue una reconocida escritora argentina, que supo romper convencionalismos de la época y volver ordinario lo extraordinario. Se asocia su nombre al de Jorge Luis Borges, el precursor del boom latinoamericano, ya que era su amiga. Su marido, el escritor Adolfo Bioy Casares, era un gran amigo del autor de Ficciones.

Desgraciadamente, durante mucho tiempo su obra fue opacada por ambos y por su hermana Victoria. Pero en la actualidad, se reconoce su grandeza como escritora, y se ha vuelto una de las fundamentales de la literatura argentina.

En su obra poética (ya que se destacó también como narradora) encontramos que estuvo apegada al principio a la forma clásica de hacer poesía. Pero más adelante, en los versos de su último tiempo, supo encontrar un estilo propio que fue reconocido como genial.

Las poesías de Silvina muestran un poco la relación con su marido, al que amó profundamente. En esta que acabamos de leer, me gustó mucho la descripción que realiza del entorno. Con pocas palabras nos hace ver la imagen de las huellas como una metáfora de un camino recorrido juntos (“como si juntas por siempre caminaran”).

Si observamos bien, ella traslada sus sentimientos a las huellas, diciendo que pareciera que ellas “se amaran”. Y aunque la figura de unas huellas en la arena nos hace pensar en algo que es efímero y desaparece, el amor que se demuestran es lo que queda, y eso es eterno.

De fondo existe una promesa mutua, un diálogo amoroso, que frente a “la azul crueldad de la naturaleza” no tiene temor. Porque todo podrán atravesarlo juntos, sin miedo de lo que pueda acontecer. Nada más existe y nada más importa, porque ellos atraviesan la playa “solos”. ¿Acaso existe algo más alrededor cuando estamos enamorados?

Quería hacerles conocer este poema y a esta autora, para que busquen la oportunidad de leer más de su obra. Mientras tanto, ¿qué te pareció esta poesía? ¿Sintieron alguna vez lo mismo que Silvina? Los leo en los comentarios.