
Heme aquí Señor
Inerte en sombras,
Callada en el olvido
Sumergida en la Oscuridad.
Heme aquí Señor
Siento que no me miras,
Y al mismo tiempo
Te siento en todo
Te siento en las hojas de mi libro
En el viento que se detiene en mi rostro,
En los ojos que me miran con consuelo
Te siento en mis dedos cuando escribo
Heme aquí mi Dios
Por favor no me abandones,
Mírame de soslayo
Eso sería suficiente
Soy la sombra que entorpece,
Mi espíritu cobarde
Soy la intrépida soñadora
Que te busca con desespero.
-¡Te amo!- lo grito
y no es suficiente,
Mi voz tiene decibeles bajos
Te adoro tanto
no me abandones nunca
Porque entonces
Me esfumare en el aire
Seré inerte en el olvido.
Simplemente seré nadie.
Elia Santos
2017
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Y Dios no te abandona, ni ha dejado de mirarte, menos ha pensado en darte la espalda, porque hasta en tus letras su alma misericordiosa guía la rima de tus letras.
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Muchas Gracias por tu comentario.
Un beso inmenso para ti.
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Precioso, felicidades!
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Gracias Bela.
Un beso.
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Hermosa poesía… muy sentida… me encanto… gracias por compartirla… https://milvidasvividas.wordpress.com/
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Gracias a ti por leerla.
Abrazos para ti.
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Qué delicia es leerte, Elia. Nadie con un mínimo de sensibilidad te puede abandonar. Y el Señor no lo hará nunca.
Un abrazo y gracias, muchas gracias
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Que bellas tus palabras Luis.
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Muy, muy bello!!!
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Gracias Claudia.
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¡Es precioso!
Besos de luz.
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Muchas gracias Elficarosa.
Besos a ti tambien.
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