En la desnuda tierra de mis ancestros caídos
He llorado junto con mis hermanos de lucha,
Compatriotas hemos quedado en el olvido
En una mar de silencios marchitos
Entre olas que se extinguen en las orillas
De playas desiertas, oscuras y sucias
Nos queda un poco de dignidad
Aún nos queda las gana de luchar
Pero sobre todo nos queda la impotencia
De gritar y que nadie escuche
De escribir la verdad y que nadie lea
De leer mentiras que todos creen
Del silencio a gritos de los puros
Estas ganas de matar ese silencio
Solo eso nos queda…
Elia Santos
2017