
Los niños que habitan la tierra,
que inundan con sonrisas las multitudes.
Que abrazan el hambre y se consuelan
con brisas ligeras, que desaparecen.
Lloran las desgracias sin resentimientos.
Esos niños que corren en silencio
y se desnudan el alma con una mirada.
Ellos solo necesitan protección
del mundo que habitan.
Elia Santos
Octubre 2020