
– Ven- me dijo una voz angustiosa al oído.
Sentí que el lóbulo de mi oreja se heló con su aliento frío.
Busqué en la oscuridad su rostro,
más la negrura espesa de sus pensamientos la ocultó por completo.
-Ven-repitió con la voz en un hilo.
– Ven, que te necesito.
Esta vez se congeló hasta mi alma.
-No hay manera de encontrarte -respondí con recelo.
-No tengas miedo, solo escúchame- suplicó.
Desesperado aparté una nube gris, y luego una más oscura.
-Por favor sigue- musitó más tranquila.
Continúe retirando nubes espesas, algunas más claras otras más oscuras.
Hasta que vi su rostro, sus ojos negros, sus labios rojos.
-Amado mio! me has salvado..
Entonces sentí que morí lento entre sus brazos.
Elia Santos
2017
Te salvó la luz del amor, Elia.
¡Un abrazo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
La luz del amor Sari puede salvas a cualquiere, y sí, me ha salvado a mi también. Besos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Tras la oscuridad se halla la salvación del amor. Es un excelente poema. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Carlos, te agradezco mucho tus palabras.
Un abrazo 🤗
Me gustaLe gusta a 1 persona
Otro relato, no tan macabro, pero igual de bueno para leerlo. Saludos
Manuel
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias, me alegro que lo hayas disfrutado 🤗🤗
Me gustaLe gusta a 1 persona
Por nada.
Me gustaLe gusta a 1 persona