Quiero en la simplicidad de mis sueños
Contarte la historia más absurda
La de alas mutiladas
De una mujer desvanecida
Ella creyó ser nadie
A causa de un amor no correspondido
Sintió los deseos mas temibles
Que un ser humano ha tenido
No es una historia única
Mucho menos motivadora
La Mujer que no soñó
La que murió al alba
Cuando pienso en ella
Pienso cuantas primaveras
Pasaron por sus ojos
Sin que estos vieran la belleza real de las flores
Ya nada queda de ella
Solo esta historia
Una historia más
De aquella mujer que no quiso soñar mas.
Elia Santos
2017
¡Precioso! Y una realidad que desearíamos no ocurriera.
¡Abrazos!
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Otro abrazo para ti sari!
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Al leer el poema recordé estas estrofas de José Martí que leí hace mucho tiempo en algún manual escolar:
«Quiero, a la sombra de un ala,
Contar este cuento en flor:
La niña de Guatemala,
La que se murió de amor.»
Un gran gusto leerte.
Un abrazo grande
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Que honor que compares mi humilde poema con uno de José Martí, siempre he admirado la vuda de este gran hombre. Besos a ti Alejandro.
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Hay que ser capullo para tener una belleza sin igual. 😉
Los sueños nos dan la vida, ¿Quien no ha soñado alguna vez? Quien no sueña no vive, al igual que quien no lee no sueña, pues la vida es sueño y los sueños, los sueños, sueños son. 🙂
No hay historia absurda, sino mente cerrada.
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Hermosa tu reflexión Antonio!
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Es precioso y un poco triste.
Besos guapa.
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Gracias Maria, besos a ti también!
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Qué gusto da leerte, Elia!
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Gracias Claudia, me pasa lo mismo contigo.
Feliz Día!
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