
Esta soledad infernal que nos inunda de recuerdos
Esta bendita forma de amarte
Me ata al cielo de las bienaventuradas almas que sufren de amor
Yo mi amor, te prometo, soy fuerte
Aunque debo confesarte que estas cadenas me aprisionan
Me duelen intensamente, procuro no ver que es lo que atan exactamente
Tengo miedo de ver las heridas que me causan
Pero te lo repito, soy fuerte, entre tanto amargo dolor.
Miró a mi alrededor y solo veo, almas llorando de amor agridulce
Algunas están fuertemente atadas a las nubes
Con gruesas cadenas de acero
Otras están atadas con hilos de plata, algunas ataduras brillan como el oro.
Ayer pregunté con miedo, solo por curiosidad
–¿Con que estoy atada?
Un alma atormentada de amor me respondió:
–Te retuerces constantemente, gimes en tus propios pensamientos
Pero nada te ata, a veces veo hilos de seda, otras veces espinas.
–¿Que ves ahora?- pregunté asustada, siento que estoy entre espinas
Me arde y me duele, siento la sangre correr por mis piernas
La pobre alma torturada, vio me tristemente,
Intentó disimular con su mirada,
–Ahora niña no estas atada a nada, te veo sangrar, sí, pero nada te ata.
Nada le creí, después de todo, ¿cómo creerle a esta pobre alma torturada de amor?
Respiré profundo, haciendo caso omiso al dolor que me aprisionaba
Entonces sentí mi alma liviana, lloré de amor y consuelo
Entonces con valor incliné mi mirada hacia mi cuerpo,
Sangraba hasta hacer un charco en el suelo
Tome la sangre entre mis manos y se convirtió en aceite de rosas.
Nada me ataba, el amor es así, comprendí
Son las cadenas de tus pensamientos que te aprisionan
Pero me gusta sentirme atada, aprisionada, es como un círculo vicioso
Así que cerré los ojos y me entregue al amor profundamente
Algunos días es amargo, otros agridulce, y hoy, hoy siento alcanzar el cielo.
Y como dos águilas gigantes atravesando el océano, incesantes y magnificas
Contra el viento, así son nuestros corazones atados a aros dorados, limpios y
Puros ¡oh mi amante perfecto! ¡Mi eterno protector! ¡Que perfecto destino!
Vivo atada a ti como la más fiel de las benditas, me atas dulcemente con dolor
Y amargura ¡que placer!, tenerte es mi delirio.
Elia santos
2017
Me gustó!
Te recomiendo leer un libro excelente del tema que te podría interesar: «La llama doble: amor y erotismo de Octavio Paz. Una joya de ensayo de uno de los mejores poetas de mi país.
Saludos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Fernando, lo buscaré y lo añadiré a la lista, luego te cuento.
Gracias por tu comentario y recomendación.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Precioso, Elia, me encantó.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias 🤗🤗
Me gustaLe gusta a 1 persona
El mejor de todos ☺
Me gustaMe gusta
Hermoso delirio
Me gustaLe gusta a 1 persona
El mejor de todos ☺
Me gustaLe gusta a 1 persona