Dichosa mi vida, desde que nací
Dichosa y hermosa desde que te vi
Has sido mi luz, mi fiel compañera
Mi consuelo en las tristeza
Mi felicidad perpetua,
Si de errores viviésemos
Seriamos eternas,
Cómplice de mis arrebatos
Mártir en mis tristezas
Amada mía, amada hermanita
La vida fluye a nuestro alrededor
Pero entre nosotras siempre será;
Arrebatos y risas, misterios y noticias
Reviviremos siempre la amistad infinita.
Elia Santos
2017
Que preciosidad
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Muchas gracias 🙂
Saludos.
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Una buena amistad no tiene precio.
Un abrazo.
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Así es, no hay precio que iguale una amistad asi.
Saludos.
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muy hermoso poema gracias por compartirlo
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Gracias a ti por leerlo.
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Amor, fidelidad y complicidad, ¡todo a la vez! ¡Hermoso poema!
¡Un abrazo, Elia!
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Claro que si Sari, se tiene todo en una sola persona.
Otro abrazo inmenso para ti.
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Qué precioso! Cuánto amor se desprende de tus palabras!
Un abrazo!
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Así es Claudia, tuve la gran bendición de tener una hermana, de vez en cuando le hacia la vida imposible, pero al final siempre terminabamos riendo.
Besos Claudia.
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Genial poema!
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Rodolfo, gracias por leerlo.
Saludos.
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