Heme aquí Señor
Inerte en sombras,
Callada en el olvido
Sumergida en la Oscuridad
Heme aquí Señor
Siento que no me miras,
Y al mismo tiempo
Te siento en todo
Te siento en las hojas de mi libro
En el viento que se detiene en mi rostro,
En los ojos que me miran con consuelo
Te siento en mis dedos cuando escribo
Heme aquí mi Dios
Por favor no me abandones,
Mírame de soslayo
Eso sería suficiente
Soy la sombra que entorpece,
Mi espíritu cobarde
Soy la intrépida soñadora
Que te busca con desespero.
¡Te amo!, lo grito
Y no es suficiente,
Mi voz tiene decibeles bajos
Te adoro tanto
Solo, no me abandones nunca
Porque entonces
Me esfumare en el aire
Seré inerte en el olvido.
Simplemente seré nadie.
Elia Santos
2017
Hermosa oración, muy sentida, escrita con el corazón.
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Así es Alejandro, escrita con el corazón.
Gracias por leerme siempre.
Saludos.
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