Fue gratificante dar un paseo junto a mi esposo por los alrededores de la muralla de Ávila, hacía ya varias semanas que no disfrutabamos un café antes de un lindo paseo al aire libre.


Elia Santos
Fue gratificante dar un paseo junto a mi esposo por los alrededores de la muralla de Ávila, hacía ya varias semanas que no disfrutabamos un café antes de un lindo paseo al aire libre.
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Desde ese lugar la ciudad se asoma al valle y otea las montañas que lo triangulan, El Zapatero, la rotunda altura de la Serrota y la escarpaduras de la Sierra de Ávila. Una tierra agreste que, en cierto modo modela el carácter abulense. Un abrazo.
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Es preciosa Carlos, y esas vistas muy relajantes.
Un saludo.
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